lunes, 25 de mayo de 2015

"De Confesiones y Musas"


Llegas en medio de la tormenta, como siempre,
infalible, irresistible, irrefrenable, iridiscente.
Tus manos en mi piel, dibujando caricias de nube-seda
que se calan y marcan la carne-hueso de mi existencia.

Piel que se estremece en un ahogado gemido sordo,
gritado desde el ígneo gutural,
silencioso y solo dedicado solo a mis oídos,
respondiendo al paso de mis manos sobre sus formas infinitas.

Los ojos cerrados, la luz tenue desde otro universo
invitándonos a espiarnos en pleno éxtasis
invitándonos a romper la represa
invitándonos a ahogarnos uno al otro
unidos por los labios y manos
por el cuerpo y el tiempo
en terreno hostil y siempre a contramano.

Moral, ética y amor todos desparramados por el suelo
todos nos observan sonreír entre sueños
nos envidian la valentía de hacer y ser sin significar
nos envidian los cuerpos-umbral del querer
nos envidian el tiempo
nos envidian la eternidad.
Una sonrisa…
Una mirada…


Los parpados que caen prendidos del sueño,
respiraciones largas y acompasadas.
Un momento de acción, un cigarro
un monitor en medio de la noche
y la sangre hecha letra-musa otra vez.

Una confesión, dos silencios, un ser,
por un momento, otra vez…
Un solo ser.
Una eternidad.



24/11/2014

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