viernes, 28 de septiembre de 2012

Jugando una utopía

Hoy me miré al espejo y mi reflejo me pregunto. "¿Te acordás de los días de peluche?". Al principio lo observé extrañado; no sabia de que me hablaba. Pensé que, tal vez, me estaba volviendo loco y quise refregar mis ojos.

No pude; en mi mano, sonriente como antaño, estaba Miki; mi tigre de peluche. Era chiquito, pero seguía siendo el líder de la pandilla. Viri, su novia, una elefanta rosa que tenia un collar de madera y Panta, el panda con la remera de argentina que quería enamorar a Calra, una hipopótamo de cuerina verde que vivía abajo de mi cama.

Mi cuarto era su ciudad, ahí convivían con mis playmobil y legos, el tren a pilas daba vueltas al rededor del barco pirata, donde Peter Pan luchaba, junto a los caballeros del zodiaco, contra un Capitán Garfio que usaba un cañón de Terminator como arma. Mas allá, mis pokemones paseaban felices y libres entre los autitos y las islas de almohadones.

Todos querían a Miki y a Viri. Ellos decidían como, cuando y que jugar. Se tomaban cada momento del día para poder estar con todos en su cuidad. Buenos y malos, de peluche, plástico, metal o madera. Todos jugaban juntos y cumplían su papel en los juegos sin quejarse o enojarse; lo disfrutaban.

No había peleas, no existían el hambre ni los problemas económicos. No entendíamos de guerra y traición, nuestra América era libre, nuestras madres no extrañaban a sus hijos y nuestra música movía montañas y cambiaba el mundo. Podíamos volar, soñar y creer, sin que ningún dedo nos acusara. Eramos libres de gritar a todo pulmón "Soy Feliz" y todos festejaban a la vez.

Eramos libres, justos y graciosos. Mis juguetes y yo eramos iguales, vivos, alegres y pacíficos. Esa era nuestra utopía, ese era el mundo que queríamos.

Queríamos un mundo de peluche... Perdón, me corrijo... Quiero un mundo de peluche.

Mi reflejo me regalo una sonrisa amplia y sincera. Nos miramos con los ojos empapados en aquellos recuerdos y desde ese rincón sincero e inocente de nuestra infancia nos dijimos.

"Vamos a jugar una utopía"

lunes, 17 de septiembre de 2012

Obvio



Te vi, me viste y lo viste. Lo vi.
Los dos vimos algo más para ignorar esa visión.
Mi vista se perdió fuera de lo que veía
y veía solo lo que no quería ver.

Y ya no veía, las visiones que querían ver mis ojos.
Vacías se  confundían con la visión de tu presencia.
Y cerré los ojos para no ver, ni dejarte ver
que yo no podía dejar de verte.

Te vi, en la oscuridad de mis visiones, te viví.
Volviste tu vista para enfrentar mi vista
 y nos vimos más allá de nuestras visiones.

Desvestidos y desvelados
Desviando un poco la vista
Desviviendo un poco de vida
De vista en vista nos dijimos.

¿Bailamos?

Obvio

viernes, 14 de septiembre de 2012

Clase media

Esto es un escrito de Mario Benedetti, una de esas personas que prenden el fuego de la imaginacion y la pasion por cambiar las cosas. Quiero compartir esto con Uds, es quizas una de las cosas que escribio, que mas me gustan.

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Clase media
medio rica
medio culta
entre lo que cree ser y lo que es
media una distancia medio grande

Desde el medio
mira medio mal
a los negritos
a los ricos
a los sabios
a los locos
a los pobres

Si escucha a un Hitler
medio le gusta
y si habla un Che
medio también

En el medio de la nada
medio duda
como todo le atrae
(a medias)
analiza hasta la mitad
todos los hechos
y (medio confundida)
sale a la calle con media cacerola
entonces medio llega a importar
a los que mandan
(medio en las sombras)
a veces, sólo a veces, se da cuenta
(medio tarde)
de que la usaron de peón
en un ajedrez que no comprende
y que nunca la convierte en Reina

Así, medio rabiosa
se lamenta
(a medias)
de ser el medio del que comen otros
a quienes no alcanza
a entender
ni medio